... adoro cuando

me muestras amor

de manera tan natural

:)

Lamento aparentar que tu no existes

pero continuare haciendolo si sigues actuando de manera tan estúpida.

¡dejame respirar! si me sigues presionando lo unico que haras sera que me aleje

cada vez mas rápido.

Sus miradas se entrelazaron en el pasillo, cada uno en un extremo rodeados de un mar de gente que ante ellos había desaparecido, un adiós no sería suficiente, lo entendió cuando la vio apretar los puños y morderse la comisura del labio.

Se acerco lentamente preguntandose si el pensaba lo mismo, si al igual que ella le gustaría haber coincidido antes pero en realidad jamás tuvo la certeza de que el recordara su nombre. Frente a frente el silencio reino sobre ellos; pudo acercarse y robarle un beso pero se limitó a observarlo con infinita paciencia preguntandose que sería necesario para derribar esas paredes que ella misma construyo alrededor de su corazón. Como decirle que lo amaba y que lo hará siempre. Con las piernas temblorosas y palabras entre cortadas preguntó "¿pensabas despedirte?", "No se como hacerlo" respondió y trago saliva, "en realidad, no puedo hacerlo" suspiro y beso su frente, dio media vuelta y camino sin voltear atrás. Ella quiso salir corriendo tras de el pero sus piernas quedaron ancladas al suelo, lo siguió con la mirada hasta que se volvió un punto en la obscuridad, hasta que desaparecio por completo, y aún así su corazón aún lo sigue en la lejanía.

¡No!

No eran dolores de parto, solo una pequeña apendicitis

Ash José Luis, ahora estas en el hospital porque saliste defectuoso...

pero te amo ♥♥♥♥

aunque finja lo contrario,

de eso se trata ser hermanos ¿no?

¡Gracias Enrique!

Dos olores mezclados en la habitación por la acción de los ventiladores, mi falda y tu camisa sin querer hacían juego, la brisa del mar y la arena despedían olor a primavera, mi pulso se fundía con el tuyo a ritmo con tu lengua que recorría mi cuerpo entero, te abrazaba tan fuerte que aveces me costaba decidir donde terminaba tu cuerpo y empezaba el mío.

Te escuchaba susurrar cosas bonitas en mi oído, con tus labios rozando mi pelo, provocando algo que me atrapaba... así, sin más, me hipnotizabas.

Las horas sonrientes de esos cuatro días

pasaron lentamente, tarareando esa

dulce melodía que aún no logro sacar de mi mente.

Yo mataría por ti si me lo pides

...

¡PIDEMELO ENRIQUE!

¡pideme que mate!

Los siento amor pero no puedo seguir sufriendo por esto, lo hago por mi, porque se que pronto, una vez que obtenga resultados me hará sentir bien. He decidido hacerlo y voy a disfrutarlo.